– Hacer visible el suicidio es también una forma de prevención. Urge desestigmatizar la conducta suicida, que provoca que muchas personas no pidan o no reciban la ayuda apropiada.
– Es prioritario conocer los procesos de las enfermedades mentales y potenciar las redes afectivas, sociales y de apoyo institucional.
– Carecemos de un plan estatal que sea ambicioso para la prevención del suicidio. Es la primera causa de mortalidad no natural en España.
– El suicidio ¿es el fracaso de la asistencia del conjunto de la sociedad porque no se puede prevenir? La conducta suicida no tiene una única causa, son factores de riesgo acumulados. Es un fenómeno multicausal y multidimensional.
– Liberar de la culpa que cae sobre las familias supervivientes y dejar de considerar el suicidio como algo indigno y vergonzoso.
– Debatir abiertamente desde conceptos filosóficos y culturales. Sin sensacionalismos. Hace falta un cambio de mirada y una urgente revisión de los valores humanistas.
– Lo que no se nombra no existe. Este proyecto dará nombre y sentido a algo que aún hoy se esconde. El silencio sobre el suicidio no lo protege: lo alimenta. Romper ese silencio es responsabilidad de todos y todas.
¡Solo conociendo la realidad, podremos cambiarla!